Cuando la lluvia no moje nuestros cuerpos de Ramón Martínez. Valparaíso Ediciones. Granada 2024. Por Paloma Fernández Gomá
Cuando la lluvia no moje nuestros cuerpos de Ramón Martínez. Valparaíso Ediciones. Granada 2024. Por Paloma Fernández Gomá
Cuando la lluvia no moje nuestros cuerpos de Ramón Martínez es un poemario que tiene la fuerza de lo nominado con versos cortos, en su gran mayoría, para trasladarnos la fuerza del verso que en la voz del poeta es el amor, que gira alrededor de los apartados que conforman el libro:
Apología de la duda, El amor y otros desastres naturales, El poeta y los oficios, El final de los finales, Bailando en el filo de un cuchillo, El poema se hizo canción, Y la obra de arte se convirtió en poema.
El deseo del amor y su reflejo en lluvia, agua de reflejos que posibilita un puente para llegar a decir todo aquello que siente el poeta es la duda que permanece como pregunta inherente al primer apartado.
En el poema Versos al agua, leemos:
Y alli sin dudarlo,
con su cuaderno de versos
se arrojó al mar
convirtiendo las olas
en espuma de sueños.
Sueños que son poemas para edificar muestras vidas, como alude el poema,
La vida duele
Tiembla la carne.
El verso hiere.
El mundo es un recuerdo ya borroso.
Nada queda de ayer.
Hoy ya ha ha pasado.
Mañana es una duda en el costado.
Tiembla la carne.
La vida duele.
"Los ojos se desnudan de recuerdos./Los labios sólo hablan del pasado./ (pag. 62)
El poeta escribe "Niegan que el primer suspiro fue la piel./La luna quiere iluminar la ausencia./Yo sólo te miro cuando no me ves."
En el poema Maldita dulzura nos acercamos al dolor que esconde el amor. "El amor duele por dentro" afirma Ramón Martínez, el dolor de amar es una constante en cualquier relación amorosa, así como una rosa que tiene belleza y esconde espinas.
Cerramos el libro con el poema Arde la madrugada. Ramón Martínez se despide desde la perspectiva de abrir la poesía a la música. Construyendo un planteamiento poético desde la palabra para hacer que arda la madrugada, con notas de un pentagrama salpicado de agua. Así es "Cuando la lluvia no moje nuestros cuerpos" un libro lírico donde la palabra busca el equilibrio de los elementos en el espejismo de un pentagrama.
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